Crítica cinematográfica: Alien: Romulus (2024)

Un viaje terrorífico y angustiante

Una joven e inexperta tripulación decide alejarse de su ajetreado habita y zarpar a otro lugar muy lejano con la intención de cambiar su porvenir para mejor, mas, se toparan con un individuo mortal e inteligente que le hará de tripas corazones su anhelado plan... Alien: Romulus... es la obra que analizaré próximamente... síganme a este deslumbrante pasaje suscitado unos cientos de años en el futuro.

La jornada del lunes, como suelo hacer cada semana, asistí a las salas para observar la esperada realización Alien: Romulus, dirigida y escrita por el cineasta uruguayo Federico Álvarez, afamado por intervenir en películas como Evil Dead (2013), Don't Breathe (2016), entre otras. En esta oportunidad, está rodeado por profesionales en la materia como Rodo Sayagues su co-escritor,  Benjamin Wallfisch el compositor musical, Galo Olívares en la fotografía y Jake Roberts en el montaje.



Este largometraje estadounidense se basa en el ficticio y memorable mundo de Alien, la cual trata de la existencia de un grupo de colonos espaciales hastiados por su pesada rutina laboral, quiénes en una decisión arriesgada deciden sobrevolar a otros horizontes en búsqueda de un material valioso para sus extremistas aspiraciones. Empero, las consecuencias de sus actos los conducirán ante un ser singularmente atroz y despiadado.

Su elenco está integrado por: Cailee Spaeny, Isabela Merced, David Jonsson, Archie Renaux, etc.





Alien: Romulus es la novena entrega de la popular serie fílmica del particular alienígena, distinguida por géneros como el terror y la ciencia ficción, que tiene lugar entre los eventos de Alien (1978) y Aliens (1986), el cual destaca sustancialmente debido a su trama intrigante desde sus inicios, notables actuaciones del reparto, música inmersiva y efectos prácticos destacables.

La andanza futurista se ubica en el distante año de 2142, cientos de abriles de diferencia al hoy, específicamente en la colonia Jackson's Star, localidad sumida obviamente en una tecnología sobre desarrollada, donde Rain Carradine -acompañada por su hermano David- jubilosa al finalizar sus horas de faena se enfrentaría a una decisión que afectaría absolutamente sus planes a seguir. 

Presentemente, como un tortazo en la cara, Rain se vería trastocada gracias a la inesperada resolución de la compañía para la cual trabaja, provocando así zambullirse en las aguas profundas de sus confusos pensamientos tras la modificación inesperada del contrato de ambos (con la empresa Weyland-Yutani). En una luz al final del túnel, como sí pudiera catalogarse de esa manera, su ex-novio Tyler decide acercarse a ella para sugerirle una propuesta en principio tentadora: un viaje al espacio sin vuelta atrás.

Dado que vivía un momento mezclado de muchas emociones, la muchacha Rain, en vista de la decepción previamente citada, consideraría con creces la propuesta presentada sobre la mesa de Tyler, deteniéndose a pensar en sus beneficios pero también en los de su adoptivo pariente. Confiando plenamente en la palabra de su antiguo amor, R. Carradine determinaría dar un salto de fe y unirse a esta peligrosa excursión.

Como un pequeño paréntesis, quiero añadir que pude detectar un prólogo muy característico y similar en el proceder a los primeros largometrajes de la fantástica saga, haciéndome remontar de lleno a partir de la introducción, a los primeros pasajes protagonizados por la célebre Sigourney Weaver, unos detalles que son pequeños pero relevantes.

Regresamos a la senda peliculera súbitamente, con Rain dando un visto bueno al planteamiento declarado por el largilucho Tyler, trayendo consigo a su allegado androide Andy, dictamen que los adentra a lo que será su medio de transporte -el transportador Corbelan- en esta próxima aventura por los aires, rodeados por una unidad ansiosa (Kay, Bjorn, Navarro) por dejar al territorio Jackson's Star atrás con la misión de huir a la estrella Yvaga. Tomen asiento y abróchense los cinturones.

Ulteriormente, listos para emprender su siguiente excursión por los aires, Rain no tarda en conocer a sus nuevos compañeros extrovertidos, quienes poseen unas ansias de saciar su sed codiciosa en lograr aterrizar al anhelado destino cuanto antes. Empero, para cumplir este deseo colectivo, tendrán que desviarse con la finalidad de atracar una nave espacial abandonada que carga consigo una cantidad de nitrógeno líquido necesario para el resto de la ventura.

En una escena tétrica complementada con una pieza musical imponente mientras somos adentrados al basto e inclemente firmamento (como sí algo pasmoso se avizora) el personal liderizado por el agraciado Tyler junto a Rain, Andy y compañía, en un período fugaz de tiempo y sin muchos traspiés durante el tramo, han por fin arribado a la gran estación dividida en múltiples secciones nombrada Romulus y Remus, referencia a una leyenda antigua romana -No obstante, hay un secreto turbio escondido en el recinto que ni siquiera intuyen los recientes huéspedes.

A estas instancias acaecería un "antes y un después" en la crónica narrativa, con las figuras principales cegadas por su novicia y mera ambición, sin tomar en consideración alguna los posibles riesgos que puedan presentarse en su camino. Por consiguiente, agregando así un condimento, como si de un platillo gastronómico se tratase, de intriga por atestiguar lo inconteniblemente terrorífico que investirá al destacamento

Seguidamente, una cuadrilla formada por Tyler y Bjorn, pese al ligero pero notorio nerviosismo de los dos chicos, serían los primeros en dar un paso al frente ante el impostergable deber de tomar el componente criogénico, aunque, sentían la firmeza de que un robot humanoide con fisionomía masculina pudiera ser simplemente decisivo para su acometido. Estropeada y distinguida por un sistema tecnológico arcaico, los pasillos de Romulus y Remus transmitían un silente y lúgubre sentimiento a medida que los héroes avanzaban cuidadosamente (haciéndome predecir de que el riesgo por sus vidas era cada vez mayor).

Aun a pesar de que todo lucía calmo, un ambiente magno y enigmático pude determinar que abrazaba al valiente trío, mientras exploraban con zozobra cada rincón habido y por haber de las instalaciones. Adentrándose continuamente, sin distracción alguna, el objeto examinado sería rastreado -hecho que los llenaría de un sosegado gozo. Con todo el aparente alegre desenlace, sus acciones les conllevarán a unas consecuencias inimaginables que desatará la intempestiva aparición de unas criaturas mortíferas. ¿Sobrevivirá esta brigada al embate del oscuro y esquelético extraterrestre?

En la silla del director y como redactor del guion, puestos asumidos por el realizador Sudamericano Fede Álvarez, consigue crear una maravillosa producción digna de la colección "Alien" en virtud de la arriesgada pero acertada escogencia de un reparto en pleno auge al estrellato, la atípica e ingeniosa implementación de efectos mecánicos en el ámbito escenográfico y un relato similar a sus antecesores que, inclusive, alcanza su cometido: atrapar al público. Benjamin Wallfisch brilla como componedor, creando una atmósfera grandiosa y siniestra que me sedujo constantemente. El retratista Galo Olivares no se queda rezagado, consiguiendo ángulos e iluminación que resaltaron positivamente cada escenario.
 
Los actores también fueron pieza clave, y una de ellas, indudablemente, fue la talentosa Cailee Spaeny al encarnar a Rain Carradine, una dama sagaz y valiente. David Johnson se luce al personificar al autómata Andy, un tipo inteligente y leal. No puedo dejar a un lado la actuación sobresaliente de Isabela Merced como Kay, una dama temerosa e introvertida. 

Vale acotar, si bien Alien: Romulus tiene muchos elementos artísticos que la dejaron alto en el listón, aun plasmando en pantalla grande una temática habitual (de humanos contra marcianos) que con todo y eso ha marcado un hito en la orbe cinematográfica, concibo que el número pequeño de personajes y el limitado desarrollo individual de todos ellos desfavorece un poco al resultado obtenido en el producto final.

El filme Alien: Romulus es una invención increíble que nos lleva de vuelta a ese entorno nostálgico y épico que enfrenta a distintas especies por la lucha de la supervivencia, incidente que me provoca reiteradamente un placer culposo por conocer quién subsiste en el enfrentamiento. En otras palabras, este es un episodio asombroso y espeluznante que hará ponerte tu traje especial para respirar bocanadas de oxígeno en esta odisea inmensamente presurizada.

Esta cinta tiene una duración de 119 minutos, es clasificación R, fue distribuida por 20th Century Fox, producida por Scott Free Productions y su rodaje se efectuó en Budapest, Hungría. Contó con pocos efectos especiales, ya que los líderes del proyecto le dieron prioridad a la practicidad.

Si deseas ver el fim Alien: Romulus, su estreno oficial fue el 16 de agosto en los teatros de Estados Unidos y actualmente está disponible en la plataforma digital Disney +.

Hasta la próxima, cinéfilos.



Redactado por: Lic. Angelo Medina
  

  


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