Crítica cinematográfica: Los Espíritus de la Isla (2022)

Una travesía repleta de humorismo y emocionalidades

Nuestro planeta está repleto de islas, sin embargo, hay una muy particular... una isla que se desarrollan una interesante cantidad de curiosas y muy particulares testimonios... los espíritus de la isla... únete a esta excursión repleta de sujetos singulares parte de una narrativa misteriosa.

Hace unas semanas disfrutamos en pantalla grande The Banshees of Inisherin, traducido al español como Los Espíritus de la Isla, película dirigida y escrita por el cineasta británico-irlandés Martin McDonagh, conocido por entregas como Escondidos en Brujas (2008), El Guardia (2011), entre otras. Escoltado en esta ocasión por un equipo laboral conformado por Graham Broadbent en la producción, Carter Burwell su componedor musical, Ben Davis en la fotografía y Mikkel E.G. Nielsen en el montaje.



 

Este filme británico-estadounidense se ambienta en una remota isla de la costa oeste de Irlanda durante el ajetreado año de 1923, país localizado al este del continente europeo, que cuenta la historia de dos adultos extraños y trabajadores que llevan años siendo mejores amigos de una manera pacífica, pero debido a una indiferencia inesperada entre ambos, todo cambiaría radicalmente y la amistad se vería afectada para siempre.

Participan artistas como: Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon, Barry Keoghan, Pat Shortt, Jon Kenny, etcétera.




Los Espíritus de la Isla es una obra distinguida por la tragicomedia oscura, un género cinematográfico antiguo que mezcla componentes populares como el humor, drama y sátira, que posee una trama original distinguida gracias a su argumento intrigante, interpretaciones actorales increíbles, melodías sonoras interesantes y fotografía cautivadora. 

El viaje inicia su recorrido en un pueblo diminuto y modesto chapado a la antigua, en el cual residen muy pocos habitantes con una fuente laboral limitada, adonde un ser delgado y con un sentido del humor raro como Pádraic Súilleabháin convive en una rutina diaria junto al músico Colm Doherty desde hace décadas en una relación afectiva como camaradas; pero una jornada común con la puesta del inclemente sol, uno de los dos quedaría perplejo por la impactante indiferencia del otro.

Se hacía la tarde y el reconocido bar del sitio abría nuevamente sus puertas como de costumbre lo hace a esa hora, donde ambas figuras protagonistas pasaban largo tiempo conversando sobre temas singulares e irrelevantes, sin embargo, la actitud del robusto Colm parecía no ser algo efímero al mantener una postura distante ante la presencia de Pádraic, ya que a través de una conversación corta pero liberadora, este último recibiría un baldazo de agua fría sobre el "¿por qué?" de las acciones misteriosas de su antiguo compinche: anhelaba aprovechar sus últimos años de vida al máximo. 

Tras la situación incómoda presenciada anteriormente por P. Suilleabháin, quien trabaja en el ordeño y vive en una casa sencilla por herencia junto a su adorable hermana Siobhán, quedaría totalmente confundido por el mencionado episodio, que debido a la amistad tan cercana y conocida con C. Doherty por los residentes de la ínsula, por ende sería acechado por múltiples dimes y diretes de personas integradas a su circulo social, circunstancia que ofuscaría aun más al esbelto aldeano.

Pese a que su primer acto prospera lentamente, el escenario tenso sería el ápice de un antes y un después en la narración, señalando así la intrigante pauta que nos conduciría -paso a paso- a conocer el desenlace del distanciamiento brusco entre los principales intérpretes a medida que progresaba la temática.

Volvemos al sendero de esta particular aventura, con un clima ligeramente caldeado y de preocupación por este inusitado proceder de Colm hacia su excompañero, quien obligado por el rechazo de Pádric a asimilar esta enemistad estrepitosa, se dejará llevar por un lado radical jamás mostrado para tratar de ponerle fin al atosigamiento constante que le permita vivir en santa paz alejado de sus pláticas sin sentido.    

Transcurren los días en la aldea a un ritmo sosegado debido al estilo de vida poco vertiginoso, y en medio de esta problemática que da pie a un gran chismorreo, conocemos a un joven pero impertinente Dominic, individuo alcohólico que vive junto a un padre policía muy estricto y abusivo, el cual servirá de una grata  compañía para Pádric en medio de un periodo difícil.

No obstante, aun sabiendo el extremismo de sus acciones tomadas previamente, el corpulento señor Doherty se enteraría del parloteo y merodeo de Suille' a sus espaldas en cualquier sitio donde hacía acto de presencia, acontecimiento que lo enfurecería mucho provocando así la drástica sentencia de sacrificar la salud de su cuerpo con tal de detener el incesante atosigamiento de su antes apreciado colega de muchas primaveras atrás. 

Aunque el tema satírico y trágico ha sido usado en distintas oportunidades en su compilado filmográfico por el realizador oriundo del viejo continente, M. McDonagh manifiesta otra vez sus proezas artísticas al expresar una crítica social mediante la comedia en situaciones difíciles e incómodas, que indudablemente, nos hará comprender la realidad desde otra perspectiva. Otro de los destacables es Carter Burwell, compositor que de manera brillante arrebatará simultáneamente vuestra atención al implementar melodías que transmiten una sensación misteriosa y tenebrosa. Ben Davis sobresale también pero como fotógrafo, narrando y capturando muy bien la atmósfera lúgubre por medio de imágenes en movimiento. Por último está Mikkel Nielsen en la edición, artífice que cumplió la dura faena de montaje al crear numerosas secuencias maravillosamente.

Otro aspecto significativo de la cinta, con certeza, es la intervención de los diversos actores, y uno de ellos es el famoso Colin Farrell, quien resalta al exponer su faceta polifacética como Pádric, un ser sensible y diligente. El gran Brendan Gleeson tiene una participación extraordinaria al encarnar a Colm, un personero calmado y cruel. Kerry Condon aprovecha positivamente su rol secundario y cumple correctamente al personificar a Siobhán, una mujer asocial e intelectual. Asimismo, participa además Barry Keoghan, quien participa poco pero de manera correcta al representar a Dominic, un muchacho irreverente y bebedor.

Quizás una producción que posea contenido relacionado con la desdicha no sea de tus gustos personales, pero la inclusión del ingenio humorístico le brinda un aire como complemento crucial para digerir y comprender de modo más fácil esta vivencia excepcional que no debes perderte, por el amor al cine.   

Este film es la séptima creación cinematográfica de Martin McDonagh en su carrera, tiene una duración de 114 minutos, fue producida por Film4 Production, distribuída por Searchlight Productions y su clasificación es R.

Si deseas disfrutar esta elaboración, actualmente se encuentra disponible en diferentes plataformas por internet. 

Hasta la próxima, cinéfilos.

 

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