Crítica cinematográfica: Misión Imposible: sentencia mortal - parte 1

Una aventura emocionante y repleta de adrenalina

Varias semanas atrás asistimos a las salas de cine para atesorar Mission Imposible: Dead Reckoning -part 1, traducida al español como Misión Imposible: Sentencia mortal - parte 1, filme dirigido por el cineasta norteamericano Christopher  McQuarrie, conocido por realizaciones como Jack Reacher (2012), Misión Imposible: nación secreta (2015), Misión Imposible: Fallout (2018), etcétera. Acompañado por integrantes como Tom Cruise junto a Bryan Burk en la producción, Lorne Balfe su compositor musical, Robert Elswit en la fotografía, Paul Hirsch encargado del montaje, entre otros.




Este film estadounidense se distingue por la acción intensa y espionaje como géneros cinematográficos, la cual se lleva a cabo en la moderna y acelerada época del tiempo presente, relatando la historia de una nueva e inimaginable aventura protagonizada por Ethan Hunt ,acompañado de su equipo táctico, quienes se enfrentarán a un enemigo intangible pero muy peligroso el que querrán apoderarse varios grupos con la intención de conquistar el mundo.

El elenco está integrado por numerosos artistas como: Tom Cruise, Hayley Atwell, Simon Pegg, Rebecca Ferguson, Ving Rhames, Esai Morales, Henry Czerny, Vanessa Kirby, Pom Klementieff, entre otros.




Misión Imposible: sentencia mortal es la séptima entrega de la aclamada saga basada en la serie televisiva de Bruce Geller emitida a comienzos de los 60s, que se caracteriza nuevamente por subidones de emoción y una misión importante derivada en incesantes investigaciones localizadas en escenarios internacionales imponentes. Esta nueva travesía destaca principalmente por su trama interesante, actuaciones increíbles del gremio artístico involucrado, banda sonora épica, escenografía impresionante y fotografía deslumbrante.

La odisea del incansable espía Ethan Hunt y su equipo se desenvuelve a partir de una circunstancia atípica donde de manera intensa en las aguas profundas del territorio ruso, un moderno y portentoso submarino de la federación rusa -portador de un arma nunca antes conocida- navega tranquilamente para su curso pero presentaría una falla sin precedentes en su sistema que lo haría sufrir unas consecuencias irreparables y mortales para sus tripulantes que causaría una reacción en cadena.

Ante el inesperado acontecimiento, un nuevo deber emitido directamente por el FMI saldría a relucir para el reconocido Ethan y el grupo táctico que lo acompaña (conformado por Benji Dunn, Ilsa Faust, Luther Stickell) quienes deberán asumir tal responsabilidad de lograr el cometido más arduo de sus carreras que los llevaría al extremo de arriesgar la vida de los suyos y la humanidad entera con cada decisión a tomar.

Debido al constante escondite debido a sus polémicas decisiones en el campo del espionaje, Ethan Hunt tendrá que dar un paso al frente ante la nueva realidad que vive el mundo, una era repleta de avanzada tecnología que evoluciona constantemente, ansias por poder de distintos clanes con la finalidad de saciar sus ínfulas personales y miembros del pasado que acecharán cada uno de sus movimientos - una tarea casi imposible.

Acá ocurriría el primer punto de inflexión en la andanza fílmica, donde en un comienzo trepidante e incesante representado por el suceso náutico, el primer acto sería crucial para el desarrollo de su temática esencial, dando pasos firmes en el progreso argumental que nos cautivaría a medida que fuese avanzando la narración.

Sin embargo, el mismo ente nombrado FMI junto a su director Eugene Kittridge y el jefe de Inteligencia Nacional Delinger, ponen sobre la mesa un tema referente al instrumento llamado La Entidad, el cual posee una capacidad asombrosa de aprender por sí misma, característica que pudiera haber sido la causante de múltiples filtraciones de red -adicionado el sumergible euroasiático. Pese al macabro poderío de la mencionada inteligencia artificial, el dirigente Kittridge propondría usarla a favor en vez de arrasar con ella.

Al conocer las intenciones del conductor de la fuerza antiterrorista, E. Hunt decidiría actuar bajo sus propias directrices junto a sus compañeros de profesión para acabar con el famoso artificio sin que nada lo detenga, antes de que pudiera caer en las manos equivocadas - hecho que sería catastrófico para el futuro de las sociedades del mundo. Aunado a esto, repentinamente, otro personaje relevante -con deseos oscuros por cumplir- saldría a la palestra pública alguien llamado Gabriel tras muchos años escondido, un actor significativo en el pasado del infiltrador norteamericano que trastocaría un poco su andar.

A pesar de que, aun cuando el claro norte para la agrupación era avocarse a realizar la exhaustiva tarea, sale al descubierto súbitamente una personalidad con el nombre de Grace, fémina buscada internacionalmente en vista de su extenso prontuario de numerosos hurtos y robo de identidad, quien será una piedra en el zapato para Hunt y sus allegados. 

Por otra parte, también se suma a este meollo problemático la audaz y despiadada Alanna Mitsopolis, figura que ha integrado las últimas aventuras y que jugará un papel fundamental en la solución a este atolladero, ya que deberá decidir si seguir sus instintos de negociante o morales a la hora de inmiscuir su nariz en este decisivo momento para todos.  

A estas instancias del episodio, este vuelco narrativo le añadiría mayor sazón al asunto gracias a la lucha entre distintas agrupaciones queriendo alcanzar su acometido en pro de sus necesidades personales y otros anhelando salvar a la multitud, componente que nos impediría resignarnos a la intriga por conocer su desenlace final.

El tiempo vuela y esta "penúltima" elaboración es una muestra digna de ello, no obstante, el cineasta Jonathan McQuarrie ha demostrado nuevamente su valía como conductor del proyecto en el área técnica y artística, una incorporación valiosa que ha demostrado estar a la altura de esta epopeya concluyente. En la composición musical trabajó Lorne Balfé, quien con una sinfonía acorde al contexto visceral y emocional lograría atraparnos de principio a fin. Robert Elswit ocuparía el cargo de fotógrafo, desempeñando una gran labor en la óptica, encuadre e iluminación. También contó con Paul Hirsch en el montaje, una dura faena que cumplió con creces en la edición de las escenas.

Asimismo, otro de los aspectos innegables es la intervención excelente de los actores, los cuales lograron cautivarnos en varias ocasiones, siendo uno de ellos el legendario Tom Cruise, encarnando una vez más de manera brillante el rol de Ethan Hunt, un contraterrorista valiente e inteligente. Simon Pegg repite como Benji Dunn, tipejo ingenioso y sarcástico. Rebecca Ferguson sobresale con su proceder como Ilsa Faust, una mujer combativa y sentimental. Ving Rhames reluce como Luther Stickell, un personaje leal y perspicaz. Vanessa Kirby deslumbra como Alanna Mitsopolis, una dama sensual pero peligrosa. Una grata sorpresa es el magnífico oficio de Hayley Atwell como Grace, una señorita sagaz y corajuda. Por último pero no menos notable, está el fantástico ejercicio actoral de Esai Morales, individuo malévolo y vanidoso.

Si bien esta obra posee una sinopsis similar a sus antecesoras, es estupendo saber que aún existen planes como este en Hollywood que sobrepasen los límites creativos con la meta de entretenernos hasta tal punto donde te diviertas cada segundo invertido.

Es producida por Skydance Productions y distribuída por Paramount Pictures, tiene una duración de 163 minutos, es clasificada como PG-13 y la segunda parte está prevista para ser lanzada oficialmente el año 2025.

Si aun no has disfrutado esta experiencia, puedes ver este largometraje actualmente en plataformas streaming como Paramount Pictures y Disney+

Hasta la próxima, cinéfilos.

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